jueves, 31 de diciembre de 2015

Los cuatro endemismos exclusivos del Campo de Cartagena.


Los cuatro endemismos exclusivos del Campo de Cartagena. 


Consecuencia de la especial climatología y posición geográfica del sureste de la Península Ibérica, éste concentra la mayor biodiversidad de todo el continente europeo, concentrando una gran cantidad de especies, tanto de origen europeo como africano, e incluso del próximo oriente, así como especies que son endemismos exclusivos de la zona.

Dentro de estos endemismos el Campo de Cartagena cuenta con cuatro joyas botánicas que sólo pueden encontrarse en nuestra comarca a nivel mundial. 


El garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus). 

El garbancillo de Tallante es una leguminosa endémica que sólo se localiza en los cerros volcánicos que rodean la pequeña localidad de Tallante. 



El garbancillo de Tallante en flor (Astragalus nitidiflorus).


El Cabezo Negro de Tallante, restos de un volcán cuaternario, donde se concentra una de las escasas localidades de esta leguminosa.

Fue descubierta a principios del siglo XX y, desde entonces, no volvió a ser vista, dándose por extinta, hasta que cien años después, en 2004, el botánico y buen amigo, Sergio Martínez, la redescubrió en un paseo ciclista por las inmediaciones de Los Pérez Bajos. 

Se trata de una planta en peligro de extinción y, con el fin de promover trabajos de conservación y preservación de su hábitat fue objeto de un proyecto LIFE de la Unión Europea que se inició en 2012 y que se desarrollará hasta mitad de 2016. 

Más información en wikipedia: Astragalus nitidiflorus y LIFE Garbancillo


La esparraguera del Mar Menor (Asparagus macrorriyzus). 


Catalogada inicialmente como Asparagus maritimus, fue catalogada como especie independiente durante el año 2013. 

Esparraguera del Mar Menor en las salinas de Marchamalo. 

Crece sobre suelos salinos y arenales en el entorno del Mar Menor, especialmente sobre solares del norte de La Manga. 

En la actualidad se encuentra desprotegida legalmente al no haber sido recogida todavía como especie exclusiva dentro del decreto de flora protegida. Al contar con menos de 200 ejemplares en estado salvaje y encontrarse éstos, en su mayoría, sobre suelos de carácter urbanizable de la Manga del Mar Menor, su estado de conservación debería considerarse como en peligro crítico de extinción. 
 
Rama con flores.

Frutos de la esparraguera del Mar Menor en diciembre.

Conscientes del gran peligro de inminente extinción que corre esta especie, la Asociación ANSE durante 2014 y 2015 se ha dedicado a la plantación de cientos de plantones de esta especie dentro del espacio protegido de Lo Poyo

Plantación realizada por ANSE en los saladares y dunas de Lo Poyo.

Plantón de Asparagus macrorrhizus.



El que una especie sea endémica no quiere decir que ésta tenga que ser escasa o estar en peligro. Eso es lo que le ocurre a la siempreviva de Cartagena, una especie del género Limonium (muy rico en endemismos) y que se ha especializado en vivir sobre suelos ricos en metales pesados, tan abundantes en nuestra sierra minera. Es muy frecuente encontrarla sobre suelos pobres desde Cabo de Palos hasta el Monte Roldán. En las cercanías de Cartagena puede encontrarse en los alrededores de la Atalaya y la Sierra de Pelayo.




Siempreviva de Cartagena en floración en verano en el monte Roldán.




Al igual que la especie anterior, se trata de un endemismo frecuente en su área de distribución que abarca todas las sierras orientales de Cartagena, desde la propia ciudad hasta el Cabo de Palos. 

Zamarrilla de Cartagena en un tomillar en Atamaría.



Otras endemismos singulares del Campo de Cartagena.

Otras especies de plantas notablemente singulares de las sierras de Cartagena, aunque no sean endemismos exclusivos son: 

La Manzanilla de Escombreras (Anthemis chrysantha),  un iberoafricanismo de distribución muy reducida entre las costas de Argelia y Cartagena, en peligro crítico de extinción y también objeto de un proyecto de conservación promovido por la UPCT, el puerto de Cartagena y la Fundación Biodiversidad.

Área de distribución de la manzanilla de Escombreras. 

Manzanillas de Escombreras en la punta de La Azohía.

La jara de Cartagena (Cistus heterophyllus subsp.carthaginensis). Se trata de otro iberoafricanismo, de amplia distribución en el norte de África pero reducido a una exigua población, muy mermada además últimamente, en las sierras de Cartagena en el ámbito europeo. 

La jara de Cartagena es una especie en peligro crítico de extinción en la Península Ibérica con un solo ejemplar en la Provincia de Valencia y una pequeña población en la Sierra Minera de Cartagena, la cual contaba hasta el año 2013 con menos de 30 ejemplares, algunos de los cuales además presentaban trazas de hibridación con la jara común (Cistus albidus). La sequía de los años 2014 y 2015 ha reducido aún más la población hasta dejarla reducida a menos de cinco ejemplares silvestres. En la actualidad, hay un plan de recuperación en marcha que esperemos que no haya llegado demasiado tarde. 

Jara de Cartagena (Cistus heterophyllus) en Atamaría. 

Un último endemismo exclusivo citado en las sierras de Cartagena, el rabogato del Mar Menor (Sideritis marminorensis o Sideritis pusilla subsp.carthaginensis) propuesto por algunos autores no es, sin embargo, aceptado como especie por las publicaciones especializadas, asignando los ejemplares de las Sierras de Cartagena a la especie Sideritis pusilla. 

Sideritis pusilla en el Carmolí.


jueves, 10 de diciembre de 2015

Recuperando los carrascales de Cartagena. 


En tiempos pasados, la encina o carrasca (Quercus ilex) fue una especie mucho más abundante en el Campo de Cartagena de lo que lo es hoy día. 

En el libro de M.Carmen Zamora Zamora 'Aprovechamientos tradicionales de los montes comunales del Campo de Cartagena. Cómo se construye un desierto' se menciona varias veces la existencia de carrascales en la zona oeste del municipio, en el entorno de la Rambla de El Cañar basándonse en fuentes del Archivo Municipal. 


Las encinas del Campo de Cartagena son en su mayoría de la subespecie ballota, o encina castellana, de hojas redondas y fruto grande y dulce.


Así, en 1586, se ordena por parte del Rey al Concejo de la ciudad que se conceda a unos napolitanos autorización para la corta de leña de encina en sus montes y el Concejo concede tal permiso con la condición de que 'no exceda de mata parda (encina) e questa se corte en la parte de Poniente de esta ciudad de aquel cabo de la Fuente del Cañar'. 


De la presencia de las encinas en los montes de Cartagena nos quedan un carrascal en el Collado de la Cruz, en la cabecera de la Rambla de El Cañar, algunas otras encinas dispersas por el Campo de Cartagena y el topónimo de la Loma de las Carrascas, bajo el cortado de Peñas Blancas. 


Loma de las Carrascas, bajo el cortado de Peñas Blancas.

Con la idea de recuperar los antiguos carrascales de los montes de Cartagena, ARBA Cartagena y ANSE organizaron el pasado domingo 6 de diciembre de 2015 una 'bellotada' o siembra de unas 500 bellotas de encina en un terreno propiedad de ANSE en la misma Loma de las Carrascas. 


La cuadrilla de voluntarios.

Con el fin de mantener la pureza genética del material empleado en la siembre, las bellotas utilizadas proceden exclusivamente de ejemplares de las sierras de Cartagena.




 
Plantando bellotas.

 
En acción.



En la Loma de las Carrascas se realizó en 2011 otra bellotada organizada por ANSE, y fruto de la cual pueden verse algunos ejemplares jóvenes de encina, como éste de la foto. 



Dentro de la finca, propiedad de ANSE, también hay que destacar la presencia del boj balear (Buxus balearica), una especie que se citó en Cartagena a principios de siglo XX en un pliego de herbario del Real Jardín Botánico de Madrid y que, en la actualidad, se encuentra extinguida en la Región de Murcia. En 2003, ANSE promovió la recuperación de la especie en la finca de su propiedad y fruto de aquella actuación son los actuales ejemplares que hoy pueden verse. 



 
Boj balear (Buxus balearica) en la Loma de las Carrascas.

La Loma de las Carrascas disfruta de unas especiales condiciones de humedad, bastante mayores que las del resto del Campo de Cartagena, lo que hace posible la presencia de especies más exigentes en requerimientos hídricos, como el terebinto (Pistacia terebinthus) o la trepadora Clematis cirrhosa.

Terebinto en mayo en la Loma de las Carrascas. 

Palmitos, aladiernos y terebintos en la Loma de las Carrascas. 

Clematis cirrhosa en las sierras de Cartagena.

Incluso, en 2013, miembros de esta asociación descubrieron la presencia de un quejigo o roble andaluz  joven (Q.faginea), posiblemente de origen humano, en una ladera no muy lejana a la finca donde se realizó la plantación.




Quejigo (Q.faginea) en Peñas Blancas.

Las encinas de Cartagena pertenecen mayoritariamente a la subespecie ballota, la encina castellana, de hojas redondas y fruto grande y, muchas veces, dulce. Los mejores ejemplares de encina los podemos encontrar no muy lejos de la Loma de las Carrascas, en el Collado de la Cruz, en un precioso carrascal con ejemplares centenarios y catalogados como árboles monumentales. 



Vista general del Collado de la Cruz con Peñas Blancas al fondo.



Ejemplar centenario de encina.



Ejemplares de porte mediano.


Esperemos que la climatología acompañe, tengamos una primavera medianamente lluviosa y nuestras encinas consigan germinar y convertirse, dentro de muchas décadas, en ejemplares majestuosos como los de la foto.

domingo, 22 de noviembre de 2015

21 de Noviembre. Plantación colectiva en Galeras. 


El sábado 21 de Noviembre, se realizó una plantación de árboles en Galeras en la que se plantaron alrededor de 300 plantones de Tetraclinis, lentisco, arto, cambrón y cornical cedidos por ANSE. La jornada fue un precioso día de convivencia con los 50 voluntarios que dieron lo mejor de sí para conseguir recuperar nuestros bosques perdidos. La Armada Española colabora poniendo a nuestra disposición sus terrenos y facilitándonos el acceso.

Poco a poco, vamos cubriendo diferentes sectores de este monte. ¡Y ya vamos por los 800 árboles!


La acción se enmarca de las actividades de divulgación de ANSE del proyecto LIFE-Tetraclinis Europa para la recuperación de los bosques de ciprés de Cartagena en nuestros montes.

Los voluntarios en acción.

Algunos de los lugares de plantación resultaban muy difíciles por la falta de suelo. Los montes de los alrededores de la ciudad han sido muy machacados a lo largo de los siglos.



Rita, una voluntaria más.


domingo, 15 de noviembre de 2015

Plantaciones con el Instituto Carthago Spartaria de La Palma. 


El pasado jueves 12 de Noviembre, un grupo de 50 alumnos de Bachillerato y cuarto de la ESO del IES Carthago Spartaria de La Palma subieron al monte Galeras a aportar su granito de arena en la recuperación de los bosques de Tetraclinis articulata en los montes litorales de Cartagena. Se plantaron alrededor de 300 árboles entre cipreses de Cartagena, artos (Maytenus senegalensis), cambrones (Lycium intricatum), lentiscos (Pistacia lentiscus), aladiernos (Rhamnus alaternus) y espinos negros (Rhamnus lycioides).

A los alumnos se les explicó la importancia de la restauración y preservación de los bosques iberoafricanos en el sureste de España.  La acción se enmarca dentro de la campaña de divulgación del LIFE Tetraclinis Europa por la conservación de estos bosques. 

Con las pancartas del proyecto LIFE

La vigilante Rita

Bandejas con las plantas cedidas por ANSE. Lentiscos, artos, espinos negros, aladiernos, cambrones y cipreses de Cartagena.

En acción.

Vista de la ladera abarcada.

Gotas de rocío sobre una esparraguera (Asparagus albus)

Almorzando tras la dura faena.






sábado, 7 de noviembre de 2015

Primeras plantaciones en Galeras. 


Hoy hemos comenzado las plantaciones colectivas en el monte Galeras de Cartagena. Con un grupo de unos 40 empleados de la empresa Abengoa, y ARBA Murcia, hemos plantado unos 180 árboles entre cipreses de Cartagena (Tetraclinis articulata), lentiscos (Pistacia lentiscus), artos (Maytenus senegalensis), cambrones (Lycium intricatum), espinos negros (Rhamnus lycioides) y aladiernos (Rhamnus alaternus), planta cedida generosamente por la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). Un precioso día en el monte con buen tiempo y buena compañía.