lunes, 12 de octubre de 2015

Recuperamos los montes del puerto de Cartagena (I)

Este otoño, desde ARBA Cartagena vamos a proponeros recuperar la vegetación original de algunos de los montes que rodean el puerto de Cartagena. 

Después de casi 3.000 años de intensa explotación humana - pastoreo, incendios, corta de leña para la construcción, uso doméstico, astilleros, etc.- los montes del entorno de la ciudad de Cartagena llegaron al siglo XX completamente esquilmados, sin vegetación, sin suelo fértil y en roca viva. En todas las fotografías antiguas del puerto de Cartagena puede verse unos montes totalmente desnudos de vegetación y sin posibilidad de retener el suelo en caso de inundaciones. 

Foto muy ilustrativa del estado en el que se encontraba el monte de Galeras a finales del siglo XIX.

Después de la guerra civil española, el gobierno de Franco impulsó en todo el territorio español el plan nacional de reforestación de 1938 que supuso la plantación de millones de árboles en todas las provincias del Estado durante los años 50-60 y 70. En Cartagena, la encargada de llevar a cabo la recuperación de los montes del municipio fue la administración militar y la especie elegida para revertir la penosa situación en la que se encontraban los montes fue el pino carrasco (Pinus halepensis).

El monte de Galeras cubierto de pinos de repoblación a principios de siglo XXI.

El pino carrasco tiene la virtud de tener un muy rápido crecimiento y una alta resistencia a las condiciones de extrema sequía al sureste ibérico, creciendo además en todo tipo de suelos, incluso los más degradados. Sin embargo, los bosques monoespecíficos de pino carrasco generan muchos problemas medioambientales como son que limitan mucho el crecimiento de otras especies y, además, son extremadamente inflamables.  El plan nacional de reforestación de 1938 preveía, en una primera fase, la plantación de pinos para asentar y consolidar el suelo y su sustitución, en una segunda fase, por vegetación más apropiada a la zona de la que se tratara. La segunda fase de este plan coincidió con el inicio de la democracia en España y la implantación de las Comunidades Autónomas, y, con el traspaso de competencias y los cambios normativos, esta segunda etapa quedó paralizada en la mayor parte del país. 

El pino carrasco es una especie autóctona, y forma parte de nuestros ecosistemas, pero lo que no es natural es un bosque compuesto al 100% de una sola especie. La consecuencia de esta mala gestión forestal, de no haber ido sustituyendo gradualmente los bosques de pinos por otros bosques mucho más diversos y complejos, son los incendios forestales; Los pinos son extremadamente inflamables y un bosque con miles de pinos juntos y el suelo lleno de jumas con resina es un polvorín en potencia. 

Así, en 2003, el monte Galeras sufrió un incendio provocado que eliminó la gran masa de pinos de toda su ladera norte. 



Y en 2012, un descuido en una barbacoa provocó otro nuevo incendio en la pinada que protegía el cerro oeste de la Algameca Chica. 



Tras el incendio de 2003, en el monte Galeras ha habido algunos intentos de restauración forestal. 

En 2009, la Comisión Beltrí  organizó una reforestación en una de las laderas incendiadas. En 2011, con fondos del plan E, la empresa pública TRAGSA realizó una plantación masiva -y fallida- de decenas de miles árboles en todo el entorno del puerto de Cartagena, incluyendo Galeras. En 2012, la asociación CreeCT también promovió una gran reforestación en toda la ladera norte, que también resultó fallida por la pésima climatología de los años 2013 y 2014. 

Plantación colaborativa organizada por la Comisión Beltrí 2012. Fotografía de José Antonio Rodríguez.

Tras todos estos intentos y generosos esfuerzos, sólo una pequeña parte de lo plantado por la Comisión Beltrí en 2009 sobrevive.


Aspecto actual (Octubre 2015) de los Tetraclinis articulata plantados en 2009 por la Comisión Beltrí.


Después de todos estos intentos, queremos volver a insistir en la recuperación de las laderas incendiadas. Nos planteamos, sobre todo, que lo que se plante, sobreviva, para no desperdiciar energías, esfuerzos, planta y no defraudar la ilusión de los cartageneros que participen en el proyecto. Después de su plantación, las plantas serán sometidas a un seguimiento y mantenimiento durante la primavera, con el objetivo de que conseguir que pasen el primer verano, que es el crítico. 

Esperamos contar con tu ayuda. Sólo estamos esperando que llueva para poder arrancar motores. ¡Contamos contigo!


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